Vivimos en ciudades ‘ahogadas’ por la polución y es prioritario consumir menos combustible. Practicar un estilo de conducción eficiente –sin acelerones ni frenazos, con velocidad constante– disminuye el consumo de combustible una media del 15%, reduce la emisión de CO2 en la misma medida y también la de otras sustancias nocivas para el medio ambiente y para la salud.
¿Sabía que un solo litro de gasolina o gasóleo consumido emite a la atmósfera entre 2,35 y 2,6 kilos de CO2? Pero, además, una conducción inteligente y responsable aporta otros grandes beneficios: más seguridad y confort dentro del vehículo durante la marcha, menor desgaste y ahorro en mantenimiento de la mecánica –frenos, embrague, neumáticos, motor, caja de cambios…– de su vehículo. Le detallamos los principios básicos de la conducción eficiente:
1. Salga sin acelerar. No es necesario pisar el acelerador al arrancar: consume carburante inútilmente. La electrónica del vehículo regula las condiciones del encendido. | 2. La 1ª, solo para salir. Utilice la primera para iniciar la marcha, sin abusar del acelerador. Ponga segunda marcha tras dos segundos o 5-6 metros recorridos. | 3. Anticipe el cambio. Acelere de forma progresiva, sin pisar el pedal a fondo. En motores de gasolina, cambie entre las 1.500-2.500 revoluciones; en los diésel, entre las 1.300-2.000. |
4. Marchas largas. Utilice marchas largas a bajas revoluciones el mayor tiempo posible. Pero sin riesgos: debe mantener siempre el control sobre el vehículo y tener capacidad de respuesta en caso de apuro. | 5. Velocidad constante. Conduzca a una velocidad lo más uniforme posible, sin acelerar ni frenar innecesariamente. Así el desperdicio de energía y combustible queda limitado. | 6. Modere la velocidad. No sólo por seguridad: el aumento de la velocidad implica un aumento mucho mayor del consumo de combustible y hace que este se dispare. |
7. Anticipación y previsión. Mantener la distancia de seguridad para anticiparse a los imprevistos también hace nuestra conducción más eficiente. Y, por supuesto, más segura. | 8. Use el freno motor. En las deceleraciones, levante el pie del acelerador y deje rodar el vehículo con la marcha engranada. El motor actuará como freno y el consumo será cero. Si es posible, deténgase sin reducir de marcha. | 9. Pendientes. En las subidas, conviene retrasar –en lo posible– la reducción de marchas y acelerar ligeramente. En las bajadas es más eficiente circular en marchas largas y rodar por inercia, evitando siempre cualquier situación de riesgo. |
10. Y para reducir aún más el consumo…Usted puede recortar aún más el consumo de combustuble en su vehículo, con una serie de precauciones muy sencillas de poner en práctica. Son estas:
– Evite el exceso de carga. El peso extra y los portaequipajes de techo pueden aumentar el consumo hasta un 40%.
– Planifique su ruta. Un navegador en rutas desconocidas le ahorrará vueltas innecesarias.
– Consulte el estado del tráfico. Prevea los atascos y esquívelos con rutas alternativas.
– Compruebe sus neumáticos. Una presión adecuada evitará sobregasto de combustible y alargará la vida de sus neumáticos.
– Vigile el mantenimiento. Un coche en óptimas condiciones mecánicas contribuye a la conducción segura y eficiente.
– Calefacción, si es necesaria. Lunetas térmicas, calefacción y sobre todo aire acondicionado incrementan el consumo, hasta un 25%.
– Suba las ventanillas. Las ventanas abiertas aumentan la resistencia al avance y consumo extra del 5%.
Fuente: www.dgt.es