Durante las horas de la noche, la intensidad del tráfico es menor aunque el riesgo de sufrir un accidente aumenta debido a la disminución de la visibilidad y al cansancio.
Según la empresa española de automóviles SEAT, en Europa los accidentes nocturnos representan el 37% de víctimas mortales, aumentando especialmente en verano debido a factores relacionados con el alcohol o drogas.
Por ello debemos tomar ciertas precauciones al volante, para que el viaje de noche por carretera será más seguro.
- El alumbrado de las luces de cruce al atardecer ayuda ver y ser vistos: Es necesario si llueve o cuando la visibilidad no es buena. Ciertos vehículos contienen un sistema de encendido automático de luz de cruce que controla la intensidad dependiendo de la luz exterior.
- Mediante la vista recibimos la mayoría de la información necesaria para conducir, por lo que de noche, la percepción visual disminuye reduciendo el tiempo de reacción sobre peatones o señales. Por ello, los vehículos con faros LED nos facilitarán la visibilidad gracias a sus características similares a la luz solar.
- Indicios de fatiga: Cierre involuntario de los ojos, bostezos o no recordar por donde hemos venido son algunos de los síntomas de fatiga que provocan la sensación de ir conduciendo bajo una tasa de 0,5 g/l de alcohol en sangre. Por ello, antes de realizar cualquier tipo de viaje, es necesario descansar como normal general, 20 minutos cada 2 horas de conducción o cada 150/200 kilómetros.
- Mantener la distancia de seguridad: Importante dependiendo de la velocidad, condiciones de frenado y adherencia, ya que se necesitará tener un tiempo de reacción suficiente para no sufrir ningún tipo de riesgo al volante.