El cinturón de seguridad nunca debe ponerse por encima del abdomen, ni retorcido, y mejor sin prendas de abrigo. Los beneficios del cinturón de seguridad son evidentes: impide que los ocupantes salgan despedidos en caso de impacto y distribuye las fuerzas del choque sobre las partes más fuertes del cuerpo. Los expertos aseguran que reduce un 50% el riesgo de fallecer y alrededor de un 75% las lesiones en caso de accidente de tráfico.
SEIS REGLAS DE ORO
Para que actúe con total eficacia debe abrocharse correctamente y seguir unas normas muy sencillas:
1.- BANDA DIAGONAL.- La banda diagonal debe pasar por el centro de clavícula (entre el hombro y el cuello) y la horizontal por debajo del abdomen.
2.- NUNCA RETORCIDO.- Compruebe, una vez abrochado, que no esté enganchado o enrollado en alguna parte de su recorrido. Si está retorcido, sujetará peor el peso del cuerpo, y si está pegado al cuello, puede originar cortes o quemaduras en caso de accidente. Bajo el brazo origina un desplazamiento descontrolado de la parte superior del cuerpo.
3.- SIN HOLGURAS.- Una vez colocadas las bandas, se recomienda que se tire un poco hacia arriba de la diagonal para evitar holguras.
4.- ABRIGOS.- No deben utilizarse pinzas o prendas demasiado voluminosas, como abrigos. Tampoco poner nada debajo del cinturón, como cojines o almohadones, con el fin de ir más cómodo.
5.- ASIENTO.- Además, se debe tener en cuenta la posición el asiento. Casi en ángulo recto, nunca demasiado inclinado, ya que esta posición favorece la aparición del “efecto submarino” o facilita que el cinturón produzca un estrangulamiento en caso de accidente. Nunca sitúe los pies en el salpicadero.
6.- ACCIDENTE.- Cambie el cinturón cuando sufras un golpe, porque el trenzado del mismo habrá perdido su eficacia e incluso puede haber roturas en los sistemas de anclaje.